Tiempo de Cuaresma
1) Oración inicial
Señor, Padre santo, que para nuestro bien espiritual nos mandaste dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad; ayúdanos a librarnos de la seducción del pecado y a entregarnos al cumplimiento filial de tu santa ley. Por nuestro Señor.
2) Lectura del santo Evangelio según Lucas 6,36-38
«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»
3) Reflexión
En la segunda parte, se dirige a todos los que lo escuchan (Lc 6,27), a saber, aquella multitud inmensa de pobres y enfermos, venida de todos los lados (Lc 6,17-19). Las palabras que dice a esta multitud y a todos nosotros son exigentes y difíciles: amar a los enemigos (Lc 6,27), no maldecir (Lc 6,28), ofrecer la otra mejilla a los que te golpean la cara y no reclamar cuando alguien toma lo que es nuestro (Lc 6,29). ¿Cómo entender estos consejos tan exigentes? La explicación nos la dan tres versículos del evangelio de hoy, de donde sacamos el centro de la Buena Nueva que Jesús vino a traernos.
El amor debe querer el bien del otro independientemente do lo que él o ella hacen por mí. Pues así es el amor de Dios por nosotros. Él es misericordioso no solamente para con los buenos, sino para con todos, hasta “con los ingratos y con los malos” (Lc 6,35). Los discípulos de Jesús deben irradiar este amor misericordioso.
4) Para la reflexión personal
5) Oración final
Ayúdanos, Dios salvador nuestro, por amor de la gloria de tu nombre;
líbranos, borra nuestros pecados, por respeto a tu nombre. (Sal 79,9)
Fuente: Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (https://ocarm.org/es/)