Basílica de Nuestra Señora del Carmen Coronada – Al servicio de la Iglesia, la fe y la cultura – Jerez de la Frontera

Lunes, 20 Junio 2022

Tiempo Ordinario

Oración inicial

Concédenos vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor.

Lectura del santo Evangelio según Mateo 7,1-5

«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: `Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

Reflexión

• En el evangelio de hoy seguimos la meditación sobre el Sermón del Monte que se encuentra en los capítulos 5 y 6 de Mateo. Durante la 10ª y 11ª Semana del Tiempo Ordinario veremos el capítulo 7. En estos tres capítulos 5, 6 y 7 se presenta una idea de cómo era la catequesis en las comunidades de los judíos convertidos en la segunda mitad del primer siglo en Galilea y en Siria. Mateo juntó y organizó las palabras de Jesús para enseñar cómo debía de ser la nueva manera de vivir la Ley de Dios.
• Después de haber explicado cómo reestablecer la justicia (Mt 5,17 a 6,18) y cómo restaurar el orden de la creación (Mt 6,19-34), Jesús enseña cómo debe ser la vida en comunidad (Mt 7,1-12). Al final, hay algunas recomendaciones y consejos finales (Mt 7,13-27). Aquí sigue un esquema de todo el sermón del Monte:

Mateo 5,1-12: Las bienaventuranzas: solemne apertura de la nueva Ley.

Mateo: 5,13-16: La nueva presencia en el mundo: Sal de la tierra y Luz del mundo.

Mateo 5,17-19: La nueva práctica de la justicia: relación con la antigua ley.

Mateo 5, 20-48: La nueva práctica de la justicia: observando la nueva Ley.

Mateo 6,1-4: La nueva práctica de las obras de piedad: limosna

Mateo 6,5-15: La nueva práctica de las obras de piedad: la oración

Mateo 6,16-18: La nueva práctica de las obras de piedad: el ayuno

Mateo 6,19-21: Nueva relación con los bienes materiales: no acumular

Mateo 6,22-23: Nueva relación con los bienes materiales: visión correcta

Mateo 6,24: Nueva relación con los bienes materiales: Dios y el dinero

Mateo 6,25-34: Nueva relación con los bienes materiales: confiar en la providencia

Mateo 7,1-5: Nueva convivencia comunitaria: no juzgar

Mateo 7,6: Nueva convivencia comunitaria: no despreciar la comunidad

Mateo: 7,7-11: Nueva convivencia comunitaria: la confianza en Dios engendra el compartir

Mateo 7,12: Nueva convivencia comunitaria: la Regla de Oro

Mateo 7,13-14: Recomendaciones finales: escoger el camino recto

Mateo 7,15-20: Recomendaciones finales: al profeta se le reconoce por los frutos

Mateo 7,21-23: Recomendaciones finales: no sólo hablar, también practicar

Mateo 7,24-27: Recomendaciones finales: construir la casa en la roca

• La vivencia comunitaria del evangelio (Mt 7,1-12) es la piedra de toque. Es donde se define la seriedad del compromiso. La nueva propuesta de la vida en comunidad aborda diversos aspectos: no ver la brizna que está en el ojo del hermano (Mt 7,1-5), no tirar perlas a los puercos (Mt 7,6), no tener miedo a pedir a Dios cosas (Mt 7,7-11). Estos consejos van a culminar en la Regla de Oro: hacer al otro lo que nos gustaría nos hiciesen a nosotros (Mt 7,12). El evangelio de hoy presenta la primera parte: Mateo 7,1-5.
• Mateo 7,1-2: No juzgar, y no seréis juzgados. La primera condición para una buena convivencia comunitaria es no juzgar al hermano y a la hermana, o sea eliminar los preconceptos que impiden la convivencia transparente. ¿Qué significa esto concretamente? El evangelio de Juan da un ejemplo de cómo Jesús vivía en comunidad con sus discípulos. Jesús dice: “Ya nos les llamaré servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Les llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre” (Jn 15,15). Jesús es un libro abierto para sus compañeros. Esta trasparencia nace de su total confianza en los hermanos y en las hermanas y tiene su raíz en su intimidad con el Padre que da fuerza para abrirse totalmente a los demás. Quien convive así con los hermanos y hermanas, acepta al otro como es, sin ideas preconcebidas, sin imponer condiciones previas, sin juzgar al otro. ¡Aceptación mutua sin fingimiento y en total trasparencia! ¡Este es el ideal de la nueva vida comunitaria, nacida de la Buena Nueva que Jesús nos trae de que Dios es Padre/Madre y que, por tanto, todos somos hermanos y hermanas unos de otros. Es un ideal tan difícil y tan bonito y atraente como aquel otro: ”Sed perfecto como el Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48).
• Mateo 7.3-5: Ver la brizna y no percibir la viga. Enseguida Jesús da un ejemplo: “¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: `Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu “. Al oír esta frase, solemos pensar en los fariseos que despreciaban a la gente tildándola de ignorante y se consideraban mejores que los demás (cf. Jn 7,49; 9,34). En realidad, la frase de Jesús sirve para todos. Por ejemplo, hoy, muchos de nosotros que somos católicos pensamos que somos mejores que los demás cristianos. Pensamos que los demás son menos fieles al evangelio que nosotros. Vemos la brizna en el ojo del otro, sin ver la viga en nuestros ojos. Esta viga es la causa por la cual, hoy, mucha gente tiene dificultad en creer en la Buena Nueva de Jesús.

Para la reflexión personal

• No juzgar al otro y eliminar los preconceptos: ¿cuál es la experiencia personal que tengo sobre este punto?
• Brizna y viga: ¿cuál es la viga en mí que dificulta mi participación en la vida en familia y en comunidad?

Oración final

Rebosan paz los que aman tu ley,
ningún contratiempo los hace tropezar.
Espero tu salvación, Yahvé,
y cumplo tus mandamientos. (Sal 119,165-166)

Fuente: Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (https://ocarm.org/es/)